19.6.10

Minúscula

Siempre me he considerado una chica madura y fuerte, capaz de afrontar todo lo que se le echase encima. Alguien grande. Inconscientemente, las personas que no pensaban igual que yo sobre algo, para mí eran inmaduros.

Charlas serias. Silencios incómodos. Declaraciones de amores pasados. Lágrimas. Fuertes abrazos de consolación.

Ahora me siento una niñata malcriada, inmadura y frágil, que se derrumba enseguida y sólo sabe llorar. Todos los demás me parecen gigantes que amenazan con aplastarme. Y yo...
Yo me siento minúscula.

3.6.10

Siempre te apoyaré

Char caminaba por su amada ciudad, aquella donde todo comenzó... y donde todo llegó a su fin.
Las calles seguían siendo cálidas, dulces, familiares. Pero faltaba algo... alguien, más bien.
Se sentó en un banco y sacó su móvil. Pasó horas leyendo los sms mandados, las fotos, los vídeos, los mensajes en el buzón de voz... Le hizo gracia cuando volvió a escuchar ese tan especial, de aquel día en que Corb se pilló un buen pedo. La primera vez que le dijo te quiero.

Siguió andando hacia su casa y en frente de su portal encontró a aquel muchacho. Su aspecto era desaliñado, olía a alcohol y a porros. Su mirada perdida le suplicaba ayuda.
- Gordo... ¿qué ocurre? - Char rodeó sus hombros con fuerza acurrucando su cabeza sobre su pecho.
- Se acabó... ella ya no está... - La voz de Corb sonaba quebrada.
- No importa... yo estaré aquí contigo siempre.

2.6.10

Ella y él

Terminó el invierno y pasó la primavera en un abrir y cerrar de ojos.
Con él, el tiempo siempre se pasaba rápido.
Porque él se había quedado a su lado, día a día, a cada noche.
No había nadie más, eran simplemente
ella y él.
En fiestas, a solas, en un parque público o en casa. Nada cambia, siempre ellos dos.
No volvieron ha hablar de la otra, no mencionaron las depresiones de ella ni las infidelidades pasadas de él. Ya nada importaba. El pasado no importaba. Su presente estaba con él. Y el futuro... bueno, ¿quién puede saberlo?

Un rayo de sol atravesó la ventana a primera hora. Ella se despertó por culpa de la luz. Refunfuñó en bajo y estuvo a punto de levantarse a mala gana para cerrar las malditas persianas, pero un brazo sujetó su cintura en la cama. Sonrió al ver, una mañana más, al chico junto a ella. Acarició su mejilla con cuidado. Jamás llegó siquiera a fantasear con dormir junto a él cada noche. Pero aquí estaba él... Levantó su brazo con cuidado, se vistió desprisa y bajó las persinas.
La calle le recivió con una ola de calor y docenas de parejas paseando delante suya. El olor de la panadería de la esquina llegaba hasta el portal. Se dejó llevar y compró su bollo favorito. Le haría el mejor desayuno, para recordarle lo muchísimo que le necesitaba.
Comenzó a buscar las llaves en la cazadora y mientras tarareaba una canción abanzó hasta el portal.
El sonido de las llaves al chocar contra el suelo fue una anticipación de las lágrimas que llenaron sus ojos.
Una melena rubia resplandecía delante de su portal. La otra chica había vuelto, una sensación recorrió toda su espalda: ella había vuelto.... y no para marcharse otra vez.
Resultaba evidente, teniendo en cuenta que los brazos que poco antes descansaban sobre su cintura ahora rodeaban la de ella, y sus labios se fundían justo en frente de su casa.
Abrió la puerta con cuidado, y sintiendo unos ojos sobre su espalda, salió corriéndo escaleras arriba. Le pareció oír su nombre de la boca del chico, pero ella no paró.
Todo se había acabado. Ya nadie importaba. Ella y él habían terminado.

31.5.10

Hipocresía

Hypocrisy
Heuchelei
Hypocrisie
Ipocrisia
Υποκρισία
צביעות
偽善
Pokrytectví
Kemunafikan
دورویی
Unafiki
Pagkukunwaring banal
Лицемірство
צוויעס
Gỉa nhân nghia
假仁假義

Espero que lo entiendas en alguno de estos idiomas.
Maldito hipócrita...

29.5.10

Without you

Tachaste mi nombre de tu agenda.
¿Ya no estoy en tu vida?
Como si todo lo que tuvimos no fuese nada...
No soy como tú, no puedo olvidar tan fácilmente lo que me hizo sonreír durante horas en el pasado.

Caer y quedarme en el suelo...

24.5.10

Dos palabras, tres sílabas, ocho letras

Tan solo una foto tuya y las lágrimas manchan mis mejillas...
Cómo te echo de menos, mi peluso.
Te quiero.

22.5.10

Caer y no levantar

Que ganas tengo de dejar de luchar, de caerme y no esforzarme por levantar.
Me cuesta tanto olvidar que una vez te tuve a mi lado y por imbécil te perdí.
Me cuesta tanto olvidar tus abrazos, tus caricias, tus sonrisas, tus besos, tus "te quiero"...
Que ganas tengo de mandar todo a la mierda, de caer y quedarme en el suelo.

21.5.10

Ella y sus batallas

Las horas pasaban y ella no sabía que decir. Bueno, no... Sabía perfectamente lo que quería preguntarle. Pero, ¿cómo? ¿Cómo hacerlo sin que él se enfadase y se marchase para no volver jamás?
Las ideas se acumulaban en su cerebro, creando un caos que torturaba sus neuronas y amenazaba a su salud mental con desequilibrarla.
Y mientras tanto, ahí estaba él, en su casa, a su lado.... Esperando pacientemente a que las palabras brotasen de la boca de la chica.
"¿Por qué está aquí? ¿Por qué no está con ella? ¿Acaso han discutido? ¿O es que ella se ha vuelto a ir? Tantas preguntas y... ninguna respuesta. Di algo... joder, ¡habla!"
Le miró de reojo y se encontró con sus preciosos ojos color miel observándola con ternura. Sus tres rastas traseras caían delante de su pecho, haciendo una curiosa armonía con el verde que sostenía con su mano derecha. Siempre igual. Siempre sería... él.
La batalla de su cabeza no parecía tener fin.
Él suspiró, se levantó con cuidado de la silla, cogió su chupa y le dio un beso en la frente a la chica antes de marchar hacia la puerta. El portazo fue la bandera blanca de paz de la batalla.
"¡¿A... Adónde va?!" Echó a correr hacia la calle y le buscó entre la gente. Se abalanzó sobre él en cuanto le vio y se aferró a su cuello todo lo que pudo.
- ¡¿Estás loca?! ¡Mírate, estás en pijama! Joder, que estamos a ocho grados pequeña, te vas a constipar. - Se quitó su chupa y se la puso a ella, aunque a ésta le llegaba hasta casi la altura de la rodilla. Acarició su mejilla y sonriendo, añadió- Mira que te gusta llamar la atención, nos está mirando toda la calle...
Ella dejó caer su cabeza sobre el pecho del chico y, mientras rodeaba su cintura con los brazos, dijo al fin:
-No te vayas, por favor... Quédate conmigo.

17.5.10

Ella y sus depres

-Hola, como podrás comprobar ahora no puedo cogerte el teléfono. Será porque no estoy o la resaca me impide levantarme. Bueno, ya sabes... Después de la señal jajaja. Piiiiii.
"Joder, que alegre suena mi voz en el contestador, ¿no?" Pensó ella cuando el maldito cacharro decidió activarse.
-Hey, tú, ¿se puede saber qué te pasa? Llevas dos semanas sin aparecer por el curro. El jefe está que echa humo por tu culpa. Como no vengas mañana, date por despedida... Llámame, anda. Besitos. Piiiiii.
Ella se levantó de la cama, fue hasta la máquina y borró el mensaje.
"Que mona que eres, Mer; siempre preocupada por mí... Pero no pienso volver, lo siento."
Se tumbó de nuevo y tapó su cuerpo con la sábana hasta la altura de la nariz.

Los fuertes aporreos en la puerta hicieron que sus ojos del color del mar se abrieran de par en par. Llevaba días sin beber, pero el dolor de cabeza seguía ahí, incurable, machando todas y cada una de sus neuronas.
"Dios, para ya...." Aunque apretase la almohada contra sus oídos con todas sus fuerzas, los golpes no cesaban.
Bufando, se levantó de mala gana y dejó caer la bata sobre sus hombros desnudos. Caminó lentamente hasta la puerta diciendo "ya va, ya va...". Evidentemente, la persona de la puerta no la escuchaba, porque siguió dándole al maldito timbre y aporreando la puerta con fuertes golpes.
Al llegar miró por la mirilla. Oscuro. ¿Tanto les costaba encender la luz? Resopló y dijo apoyando la frente contra la puerta:
- ¿Quién cojones eres?
- ¡Dios, estás viva! Soy Mer. Ábreme la puerta, por favor...
Se le escapó una pequeña sonrisa. Era demasiado buena. La trataba fatal, pero siempre se preocupaba por ella.
"No más llantos. No más gritos. Estoy harta de él, de sus engaños, de que me utilice siempre como segundo plato cuando la otra no está. Pero eso se acabó. Que se quede con ella si quiere. No quiero volver a verle. No quiero volver a ver sus ojos..."
Y con la mejor de sus sonrisas abrió la puerta. Pero la pequeña y pecosa chica de piel morena que esperaba ver estaba en segundo plano. Había alguien más delante de ella.
Sintió como sus ojos, los que unos instantes antes había jurado no volver a ver, la desnudaban acompañados con una cálida sonrisa. Unos fuertes brazos rodearon su cintura, sujetándola, mientras cerca de su oído escuchó un estaba muy preocupado por ti, gorda.

11.5.10

Ella y sus malos despertares

Cuando despertó en aquella habitación la cabeza le daba vueltas.
El ambiente estaba cargado y el humo nublaba el dormitorio. Suaves notas de reggae llegaron hasta sus oídos y un dulce olor a verdes le hizo espabilarse.
¿Otra vez había terminado en su casa? Últimamente, cuando iba de fiesta y bebía, acababa despertando en aquella casa, oliendo a tabaco y con escasa ropa puesta. Curioso ¿eh?
Ella suspiró, se tapó el cuerpo con la sábana y fue hacia la cocina tarareando la canción.
"Vaya, aquí no está".
Miró en el salón. Tampoco.
Baño, comedor, pasillo... Él no estaba.
Volvió a la cocina y pilló algo de comer. Se sentó para ver Skins en la tele. Ya había terminado. "¡¿Ya son las 12?!". Dio un bote y fue de nuevo a la habitación. Se vistió deprisa y agarró su melena revuelta con un coletero. Mientras se colocaba los cascos del iPod, buscó un trozo de papel y un boli.
Cogió un papel roto que había sobre la mesilla y comenzó a escribir:

"Mocoso, ¡me voy ya! Que llego tarde al curro. No sé dónde estás. Llámame."

Besó el papel, dejando la marca de sus labios de color carmín al lado de la última letra y colocó el mensaje sobre la almohada.


"¿Pero qué cojones...?" Arrancó la nota que había pegada a la puerta de la entrada.

"Gorda, me he ido a buscar a mi pequeña al aeropuerto. Intenta largarte antes de la una y deja todo como si no hubieras estado aquí, por favor. Ya sabes lo celosa que es. Te quiero."

Sus piernas le fallaron y su espalda recorrió toda la pared hasta quedar sentada. Su bolso se abrió al chocar contra el suelo y todo se desparramó sobre la superficie. Dos gotas negras mancharon sus mejillas.
"No... otra vez no... joder".

10.5.10

Lo que la vida te da, también te lo quita






















Pues eso.

9.5.10

Querer no siempre es poder

Como si mi cerebro fuese un simple ordenador, fui borrando todo recuerdo de ti.
Tu sonrisa desapareció.
Ya no recordaba el calor de tus abrazos ni lo agradables que resultaban tus palabras pronunciadas cerca de mi oreja.
Todo rastro de recuerdos de nuestras noches juntos, observando las noches estrelladas hasta que el amanecer iluminaba nuestras miradas quedó suprimido.
Conseguí olvidar por fin tus caricias, tus besos, tus te quiero... y tus para siempre.


El despertador sonó y una lágrima recorrió mi mejilla hasta el borde de la barbilla.
Una vez más, mi subconsciente me mostró tu sonrisa nada más despertar.



7.5.10

Sesenta y cinco

Dos meses y cuatro días.
Adiós.
Me... Me he cansado, A.
Pero no te equivoques, por favor.

No me he cansado de echarte de menos.
No me he cansado de quererte.
Ni me he cansado de esperarte.

Me he cansado de romperme la cabeza pensando en si volverás o no.
Me he cansado de leer una y otra vez tus últimos mp's.
Me he cansado de esforzarme por sonreír y lo único que saliese de mí fuesen lágrimas.

¿Eso va a cambiar? No, jamás. Nunca podré dejar de extrañarte.

Pero se acabaron las cartas. Se acabaron las esperanzas de que vuelvas. Se acabó el estar despierta hasta el amanecer. Se acabó el soltar lágrimas todos los días.

Si algún día vuelves, espero que leas todo lo que te he escrito y que me contestes a este, para saber de ti.
Si no vuelves nunca...

Peter volvió al País de Nunca Jamás, y Wendy se quedó en la Tierra. Ella siguió con su vida, y Peter con la suya. Pero jamás, en ningún momento, ninguno de los dos olvidó lo que vivieron juntos y lo que sintieron.

Hasta siempre.
Nunca te olvidaré.
Nunca dejaré de quererte.

Por y para siempre,
I.


4.5.10

Miss you

Sum 41 - Best of me.

It's so hard to say that I'm sorry
I'll make everything alright
All these things that I've done
What have I become, and where'd I go wrong?
I don't mean to hurt just to put you first
I won't tell you lies
I will stand accused
With my hand on my heart
I'm just trying to say

I'm sorry
It's all that I can say
You mean so much
And I'd fix all that I've done
If I could start again
I'd throw it all away
To the shadows of regrets
And you would have the best of me

I know that I can't take back all of the mistakes
But I will try
Although it's not easy
I know you believe me
Cause I would not lie
Don't believe their lies
Told from jealous eyes
They don't understand
I won't break your heart
I won't bring you down
But I will have to say

I'm sorry
It's all that I can say
You mean so much
And I'd fix all that I've done
If I could start again
I'd throw it all away
To the shadows of regrets
And you would have the best of me

I'm sorry
It's all that I can say
You mean so much
And I'd fix all that I've done
If I could start again
I'd throw it all away
To the shadows of regrets
And you would have the best of me

2.5.10

Joder

Otra vez no, joder.

No quiero tener que decir adiós a lo que quiero que esté a mi lado a todas horas.
No quiero derramar más lagrimas.
No quiero quererte.

La distancia es sólo un puto número...

26.4.10

Ella y sus quemaduras

El gemido que salió de sus labios apagó cualquier otro ruido existente en ese momento.
Ella apoyó su frente en la piel de aquel chico. Inspiró con fuerza.
"Sí... eso es... huele exactamente igual que siempre..." Sonrío para sus adentros.

Era increíble, después de tantos meses todo seguía igual.
La misma cortina manchada en el mismo sitio; la misma almohada con un agujero, quemadura de uno de sus muchos verdes que él solía tomar antes de quedarse dormido; la misma colección de botellines de cerveza encima de la mesita del salón, aun que con alguna que otra adquisición nueva; el mismo olor a pizza que provenía del restaurante italiano de la esquina; los mismos carteles de servicios unisex del baño; la misma sábana que compraron juntos...

Recorrió con la yema del dedo índice su pecho.
Su piel era cálida... quemaba.

Juntó sus labios a los de él.
Tan cálidos como siempre... bueno no, ahora más cálidos aún... quemaban.

Las sábanas acariciaban su cuerpo dibujando con exactitud su espalda.
Eran suaves y cariñosas, como el mejor de los abrazos; y cálidas... tanto que quemaban.

Ella se dejó caer sobre él, juntando sus cuerpos desnudos, abrazando su torso y acariciando su espalda. Un pequeño beso rosado estropeaba su perfecto hombro. Sería de la otra chica, la que hubo poco antes de que ella entrase en su habitación.

"No importa..." pensó ella. "Ahora soy yo la que se quema."

17.4.10

Ella y sus lágrimas

Ella daba pequeños golpecitos contra el volante esperando a que se pusiese el semáforo en verde.
La resaca de anoche le estaba destrozando el cerebro, sólo quería tirarse a la cama y dormir más.
Pero ahí estaba ella, a las 12 de la mañana, metida en el coche.
Un grupo de colegialas cruzó el paso riéndose y gritando.
" ¿Pero qué...? " pensó ella. " ¿Qué puta hora es? "
Miró el reloj. Bien, las 2, no era tan pronto como ella creía... definitivamente, necesitaba dejar de salir de noche de una vez.
El muñequito verde de los peatones empezó a parpadear. " Venga...¡venga! "
Muñeco rojo para los peatones. Luz verde para los coches. " ¡Por fin! "
Recorrió velozmente las calles, los coches pitaban e incluso le pareció oír algún que otro insulto.
Paró enfrente del edificio que buscaba... ¿Cuántas veces habrá estado allí?
Apagó el motor y cogió la carta, que reposaba en el asiento del copiloto.
Miró fijamente el portal, después la carta y por último el espejo retrovisor.
" Vaya pintas que llevas maja... " Sacó su estuche de maquillaje. Un poco de colorete, rimel y aquel color carmín que tanto le gustaba a él... el chico de la foto.
Bajó del coche y fue hacia el portal.
3º izquierda. Jamás se olvidaría de esa casa.
Acercó su dedo hasta el timbre... " Venga... no seas miedica... ¡llama! "

- ¡Jajajajajajajaja! Oh, que bobo eres cariño...

Aquella voz femenina era irritante y empalagosa.

Ella no hizo nada. Parecía que su sangre hubiese dejado de circular y que sus músculos se hubiesen paralizado.
Él estaba con otra... una de sus muchas amigas, aquellas con las que él disfrutaba pasando alocadas noches con un mero " Adiós, hasta nunca. " por la mañana.
Bajó lentamente las escaleras, metió la carta en el buzón de aquel chico y salió a la calle sin soltar ni un solo suspiro.
Cuando el viento azotó su melena, las lágrimas negras comenzaron a manchar sus mejillas.
Desesperada comenzó a buscar en su bolso. Sacó su mechero rojo y el pitillo que siempre llevaba encima.

Una mano agarro su muñeca cuando acercaba la llama al cigarro y la hizo girar sobre sí misma.
Una dulce sonrisa dijo:
- ¿Tú no habías dejado de fumar? - Sus cálidos ojos miraban fijamente a los suyos. - Te he echado de menos, gorda.


15.4.10

Cuarenta y dos

Hey, esta vez he aguantado mucho eh :)
Hace un mes y once días que no sé nada de ti. Hace dos semanas que no hablo con L. Me siento taaaaaaaaaaaaaan sola...
Sigo preguntándome si volverás.
Cuando estoy feliz me digo ' Pues claro que volverá, seguro que te echa muchísimo de menos y en cuanto termine el curso volverá, y todo irá bien, ¡ya lo verás! '
Cuando estoy depre me digo ' Pero ¿por qué iba a volver, eh? Él ya no te necesita, por eso se ha ido, por eso no te dijo nada antes, porque ya no eres relevante para él, porque ya no necesita tu sonrisa... Nunca te ha querido en su vida, ni pensará en ti. '
¿Cuál de las dos versiones es la correcta?
No lo sé, y sinceramente, no quiero descubrirlo.
El martes me dijeron que tengo tiroiditis, o hipotiroidismo. La verdad es que no me enteré muy bien, ni si quiera sé lo que es. Sólo sé que si empeora, tendré que estar tomándome pastillitas el resto de mis días.
El 15 de mayo hay un concurso de baile aquí, y lo más probable es que nos presentemos con la coreografía que hicimos en la última actuación, ya que a todo el mundo le pareció "fantástica".
En junio tendremos la representación de fin de curso. Yo haré tres bailes: uno con la canción de Fame, como si fuese un casting de baile y todos luchásemos por conseguir el puesto; otro con canciones de Black Eyed Peas, haremos locking, reggae y sweetstile. Me encantan esas coreografías.
El otro es más bien un teatrillo, es una mezcla de algunas canciones de Grease y la coreografía es muy sencilla, pero haremos playback y de todo, será muy gracioso.
El último sábado repartieron los papeles, quién haría de John Travolta y quién de Sandy, la protagosnista. Adivina a quién le han dado ese último papel... :)
Estoy tan emocionada... tengo ganas de que termine el curso para mandar los estudios a la mierda, hacer mi actuación de baile y ... a disfrutar del descanso.
Te echo tanto de menos...
Aquí siempre,
Wen.

6.4.10

Why...?

¿Por qué te empeñas en decir que es así, que no hay otra manera?
¿Por qué te empeñas en comportarte como una niñita pequeña y malcriada que se ha pillado por el atractivo y peligroso chico malo?
¿Por qué te empeñas en decir "Sí, ese chico que te hace sonrojar con tan solo una mirada, aquel alto y sensual, ese... estoy enamorada de él."?
¿Por qué te empeñas en hacer creer que es amor lo que sientes?
Sabes perfectamente que es cabezonería de cría.
....
¿Por qué te empeñas en excusarte y decir que no le quieres? Sabes que no es así...
le amas.

4.4.10

Ella y sus cartas




Ella mordisqueaba el boli, pensaba qué poner en la carta.
Una carta que iba dirigido a él, el chico de la foto de aquel otoño que había sido perfecto... perfecto gracias a él.
Hacia tanto que no hablaban...
¿Dos? ¿Tres meses? Había perdido la cuenta.
¿Qué le podía decir? Necesitaba volver a saber de él...
Necesitaba volver a ser importante en su vida.

Todo iba bien, las tristezas desaparecían poco a poco. Sonreía más, apenas suspiraba y sus lágrimas habían decidido no manchar más sus mejillas de porcelana blanca.
Pero... si las cosas marchaban... ¿por qué aún le extrañaba?
Algo en su interior reclamaba los brazos que una vez le pertenecieron.

Todo era un sueño.
Las cosas no iban bien.
Parecía que iban bien.

Pero ella sabía que eso no duraría, que las cosas empeorarían y todo se iría a la mierda...

Le necesitaba, a él, su pequeño colchón, algo a lo que aferrarse, algo que nunca la abandonaría.
Sus abrazos, sus caricias, sus susurros, sus movimientos, sus besos...

Abrió la hoja y escribió con grandes letras:

I need you.

Cerró el sobre y se tumbó en la cama a escuchar reggae alemán.

Treinta y uno

Un mes.
Lo he estirado lo máximo posible, pero... hoy tenía que escribirte.
Un mes... ¿por qué?
No... no lo soporto.
Te sigo echando de menos.
Sigo extrañando tus abrazos y tus tontería y tus "mi pequeña Pelusa" y tus "todo irá bien" y tus "juntos para siempre"...
"¿Hasta que la muerte nos separe?" Dije yo.
"¿Crees que la muerte podrá con nosotros?" Dijiste tú.
Estabas seguro de que la respuesta a esa pregunta era no... porque ibas a ser tú el que morirías, ¿no?
Soy yo la que habla, la que lucha por seguir juntos a pesar de todo... pero... tu no contestas. Estás muerto.
Me prometiste que seguiríamos juntos, pasase lo que pasase; pero soy yo la que está aquí cada día esperando a que vuelvas.
Porque volverás.
No sé cómo ni por qué, pero sé que es así...
Y yo seguiré esperando, como la tonta que soy, para poder abrazarte y sonreírte, demostrarte que yo no estoy muerta...
Nunca entendí por qué decían que la muerte es dolorosa y a la vez que los muertos descansan en paz... No tiene sentido, esas dos cosas son contradictorias.
Pero es muy sencillo.
Los muertos descansan.
Los vivos sufren.
Ley de vida, ¿no?
Sé que vivirás... porque algo me dice que también estás sufriendo por esto.
Las esperanzas cada vez son más pequeñas pero... nunca cesarán.
Te quiero.

1.4.10

Relax

Me gusta mirarme la pupila cuando estoy enfrente de un espejo.
Me gusta rascarme el codo mientras veo la televisión.
Me gusta ir por la calle como una loca sin preocupaciones.
Me gusta mirar las cosas con cara de sorprendida, como si fuese la primera vez que las veo.
Me gusta andar segura de mí misma.
Me gusta abrazar la almohada cuando duermo.
Me gusta juguetear con un mechón de mi pelo mientras hablo con la gente que me pone nerviosa.
Me gusta meter las manos en los bolsillos cuando mantengo una conversación seria.
Me gusta mirar de reojo el lugar donde están todos mis peluches y suspirar con añoraza.
Me gusta embobarme mirando el exterior cuando estoy en clase.
Me gusta hacer playback en el metro mientras alguien me mira.
Me gusta recordar mis coreografías de baile en lugares públicos.
Me gusta el olor del esmalte de uñas.
Me gusta recordar los momentos importantes mientras me ducho.
Me gusta mirar mis calcetines mientras hablo por teléfono.
Me gusta abrazar un cojín mientras veo la televisión.
Me gusta ir a la nevera, abrirla y volver a cerrarla sin coger nada.
Me gusta hablar con mi madre por sms estando ella en el asiento del copiloto y yo en el trasero.
Me gusta sentir que soy importante para alguien.
Me gusta cuando cruzo la mirada con una persona en el metro que llevaba tiempo mirándome.
Me gusta dar una vuelta y sonreír antes de salir por la puerta.
Me gusta entrar en la sala de baile y que todas me miren y me sonrían cuando me saludan.
Me gusta cruzarme con los profesores por la calle.
Me gusta cerrar los ojos cuando alguien me habla.
Me gusta hacerme muchas fotos y borrarlas todas después.
Me gusta acariciar mis labios con un dedo.
Me gusta ser yo misma y que la gente me acepte así.
Me gusta que la gente me diga "Te echo de menos" cuando llevo tiempo sin verla.

Soy una persona de gustos sencillos...

Veintiséis

¿Por qué eres tan odioso? No me gusta esperar tanto, ya sabes que mi paciencia se hace notar por su ausencia.
¿Has visto? He aguantado mucho sin escribirte, pero no te creas que es porque no he pensado en ti en este tiempo. No, no. Ni mucho menos. Simplemente, me he aguantado.
La actuación de funky fue flipante... Me confundí, sí; como buena persona humana que soy, los nervios me jugaron una mala pasada. Pero oye, luego todos me felicitaron; incluso el representante de otra academia me mandó un e-mail por el Facebook dándome la enhorabuena...(:
El otro día hablé con L. por micrófonos en el msn. Tiene una voz increíblemente dulce y bonita, con ese acento tan... ya me entiendes jajaja
La Semana Santa está siendo mortalmente activa, creo que no pararé ni un sólo día. Eso es bueno....¿no?
Mi gente trata de entenderme, de saber por qué me embobo a la mínima, por qué suspiro cuando todos ríen o por qué siempre parezco cansada. Estoy tan agradecida que hagan el esfuerzo de intentar entenderme para poder ayudarme... Pero, si ni yo misma sé las respuestas a esas preguntas... ¿Cómo van a conseguirlas ellos?
Sigo preguntándome si volverás o no.
Sigo preguntándome por qué te echo tanto de menos.
Pelusa.

22.3.10

Dieciocho

Sí, lo sé, te escribí ayer.
Sí, lo sé, las posibilidades de que vuelvas son escasas, por no decir nulas.
Pero aquí sigo, ¿por qué será?
Me relaja escribirte, me calma...
Debes tener unas 6 cartas ya... cuando vengas me matarás jajaja
Mi vida se derrumba como un castillo de naipes al que le quitas la carta del centro. No tiene sentido lanzar las manos para evitar que caiga, no tiene solución, en cuestión de segundos las cartas tocarán el suelo. Pero da igual, consigues coger dos o tres de ellas... y con eso es suficiente.
Si hiciese un dibujo de como me siento sería un pequeño punto negro.
¿Nunca te ha pasado que te sientes diferente al resto....?
Siempre he oído que ser diferente es bueno, lo que te hace especial, lo que te distingue de los demás.... Entonces... ¿Por qué nos empeñamos en hacer lo que hacen todos?
Ya estoy empezando a sonreír, cada vez que pienso en ti...en los recuerdos... todo era dulzura, momentos bonitos en los que hablábamos tranquilamente mientras las manecillas del reloj no cesaban de mover. No importaba. Estábamos tú y yo. Y lo demás... carecía de importancia.
Sigo preguntándome el porqué... ¿Por qué no te has dado de baja? No lo entiendo... has tenido mucho tiempo para venir... y no lo haces...
No vendrás nunca, ¿verdad?
Me cuesta aceptarlo, pero es la pura verdad.
El día que lo acepte dejaré de escribirte.
Ojalá no pase eso nunca.
Me acusan de cosas que no son ciertas y experimento sentimientos que no deseo tener.
¿Es malo ser feliz por que sí?
Sé que me repito, pero joder...
Te echo de menos.
Pelusa.

21.3.10

Diecisiete

Me odio. Te odio. Le odio. La mato.

Me odio. Por ser tan débil, por no aprender jamás, por no darme cuenta que un no es un no, por no saber aceptar un adiós, por no apartarme de lo que me hace daño, por dejar que mi felicidad dependa de los demás y no de mí misma.

Te odio. Por irte, por dejarme aquí sola, por no darme la posibilidad de despedirme, por dejarme con mil cosas que contarte, por hacerme llorar sola, por no estar cuando más te necesito, por hacerme quererte tanto, por no pasar un sólo día sin pensar en que cojones estarás haciendo, por ser justamente lo que necesito... y por habérmelo quitado.

Le odio. Por decirme te quiero, por llamarme 'mi vida', por hacerme sentir cosas que jamás había sentido, por construir mi mundo sobre un montón de mentiras y engaños a los que comúnmente llamamos amor.

La mato. Por guarra, por asquerosa, por creerse más que nadie, por pensar que tiene más derechos que yo, por echarme en cara cosas que no tiene ni puta idea de lo que significa, por decir te quiero a algo que no le pertenece, algo que es mío.

Yo, tú, T., V.

Estoy harta A... no te haces idea hasta que punto.
Wen.

Trece

No aguanto más. Esto es... odioso. Me siento inútil, como una muñeca vieja que en antaño todo el mundo la quería y ahora nadie recuerda.
Antes todos me necesitaban, todos me echaban de menos, todos sonreían al verme... ahora soy como un fantasma, nadie me ve, todos me olvidan.
Tienes suerte. Tú nunca serás un fantasma olvidado. Me ocuparé
personalmente de que no lo seas.
¿Yo? Creo que ya no soy necesaria aquí... pero no me pienso ir... no mientras haya esperanza de que vuelvas.
Me pregunto si realmente te echo tanto de menos, si de verdad te necesito tanto como para hacer esto... Estoy segura de que sí.
La fiesta fue bastante asquerosa. Me he dado cuenta que P. tiene la terrible manía de cortar a la gente cuando esta hablando para contar sus propias anécdotas. Te juro que estuve a punto de matarla.
Al final sólo me han quedado dos, muchísimas menos de lo que esperaba, así que estoy... satisfecha :)
Echo de menos a M., a penas coincidimos y sigue con el móvil estropeado así que no le puedo mandar
sms tontos cuando me aburro.
Estoy empezando a detestar a T... ¿eso es bueno? 'Del amor al odio hay sólo un paso' Que horror...
Me tienen que hacer un análisis... para saber si tengo el mismo problema que mi madre en el tiroides. Por una parte sería perfecto, con tomarme unas hormonas, en teoría me ahorraría toda la movida de la dieta. Por otra tengo miedo, no me apetece tener que estar a base de pastillas el resto de mi vida...
Mis padres no van a venir a la actuación de
funky del 28. ¿Me entristece? ¿Me alegra? No lo sé, ni quiero saberlo.
No sé si quiero que vuelvas. No soportaría otra despedida. Cada vez que te vuelves a ir... lo paso peor. La siguiente podría ser mortal. Pero si no vuelvo a saber nada de ti, moriré de pena.
El otro día le hice una foto a un amigo mío, y él etiquetó a un colega suyo en esa foto. El amigo y yo hablamos un poco por la foto, y como parecía majo, le agregué. Vive en
Galicia y es skater-surfista. Dice que vendrá a Madrid a ver a J. pronto, y que le gustaría verme. Me encanta ese hombre, es como inyectarse anestesia, se me olvida todo cuando hablo con él. No es que me guste... pero como no conoce a nadie de mi entorno y no tiene que ver con ninguna de mis rayadas, es como empezar de cero en todo. Me gusta.
No hay día que no mire 3 ó 4 veces tu perfil.
Te echo de menos.
Muchísimo.
Ya no lloro, pero aún no he llegado a la etapa de sonreír.
Buenas noches mi pequeño diario... hasta la próxima.
Wen.