26.4.10

Ella y sus quemaduras

El gemido que salió de sus labios apagó cualquier otro ruido existente en ese momento.
Ella apoyó su frente en la piel de aquel chico. Inspiró con fuerza.
"Sí... eso es... huele exactamente igual que siempre..." Sonrío para sus adentros.

Era increíble, después de tantos meses todo seguía igual.
La misma cortina manchada en el mismo sitio; la misma almohada con un agujero, quemadura de uno de sus muchos verdes que él solía tomar antes de quedarse dormido; la misma colección de botellines de cerveza encima de la mesita del salón, aun que con alguna que otra adquisición nueva; el mismo olor a pizza que provenía del restaurante italiano de la esquina; los mismos carteles de servicios unisex del baño; la misma sábana que compraron juntos...

Recorrió con la yema del dedo índice su pecho.
Su piel era cálida... quemaba.

Juntó sus labios a los de él.
Tan cálidos como siempre... bueno no, ahora más cálidos aún... quemaban.

Las sábanas acariciaban su cuerpo dibujando con exactitud su espalda.
Eran suaves y cariñosas, como el mejor de los abrazos; y cálidas... tanto que quemaban.

Ella se dejó caer sobre él, juntando sus cuerpos desnudos, abrazando su torso y acariciando su espalda. Un pequeño beso rosado estropeaba su perfecto hombro. Sería de la otra chica, la que hubo poco antes de que ella entrase en su habitación.

"No importa..." pensó ella. "Ahora soy yo la que se quema."

17.4.10

Ella y sus lágrimas

Ella daba pequeños golpecitos contra el volante esperando a que se pusiese el semáforo en verde.
La resaca de anoche le estaba destrozando el cerebro, sólo quería tirarse a la cama y dormir más.
Pero ahí estaba ella, a las 12 de la mañana, metida en el coche.
Un grupo de colegialas cruzó el paso riéndose y gritando.
" ¿Pero qué...? " pensó ella. " ¿Qué puta hora es? "
Miró el reloj. Bien, las 2, no era tan pronto como ella creía... definitivamente, necesitaba dejar de salir de noche de una vez.
El muñequito verde de los peatones empezó a parpadear. " Venga...¡venga! "
Muñeco rojo para los peatones. Luz verde para los coches. " ¡Por fin! "
Recorrió velozmente las calles, los coches pitaban e incluso le pareció oír algún que otro insulto.
Paró enfrente del edificio que buscaba... ¿Cuántas veces habrá estado allí?
Apagó el motor y cogió la carta, que reposaba en el asiento del copiloto.
Miró fijamente el portal, después la carta y por último el espejo retrovisor.
" Vaya pintas que llevas maja... " Sacó su estuche de maquillaje. Un poco de colorete, rimel y aquel color carmín que tanto le gustaba a él... el chico de la foto.
Bajó del coche y fue hacia el portal.
3º izquierda. Jamás se olvidaría de esa casa.
Acercó su dedo hasta el timbre... " Venga... no seas miedica... ¡llama! "

- ¡Jajajajajajajaja! Oh, que bobo eres cariño...

Aquella voz femenina era irritante y empalagosa.

Ella no hizo nada. Parecía que su sangre hubiese dejado de circular y que sus músculos se hubiesen paralizado.
Él estaba con otra... una de sus muchas amigas, aquellas con las que él disfrutaba pasando alocadas noches con un mero " Adiós, hasta nunca. " por la mañana.
Bajó lentamente las escaleras, metió la carta en el buzón de aquel chico y salió a la calle sin soltar ni un solo suspiro.
Cuando el viento azotó su melena, las lágrimas negras comenzaron a manchar sus mejillas.
Desesperada comenzó a buscar en su bolso. Sacó su mechero rojo y el pitillo que siempre llevaba encima.

Una mano agarro su muñeca cuando acercaba la llama al cigarro y la hizo girar sobre sí misma.
Una dulce sonrisa dijo:
- ¿Tú no habías dejado de fumar? - Sus cálidos ojos miraban fijamente a los suyos. - Te he echado de menos, gorda.


15.4.10

Cuarenta y dos

Hey, esta vez he aguantado mucho eh :)
Hace un mes y once días que no sé nada de ti. Hace dos semanas que no hablo con L. Me siento taaaaaaaaaaaaaan sola...
Sigo preguntándome si volverás.
Cuando estoy feliz me digo ' Pues claro que volverá, seguro que te echa muchísimo de menos y en cuanto termine el curso volverá, y todo irá bien, ¡ya lo verás! '
Cuando estoy depre me digo ' Pero ¿por qué iba a volver, eh? Él ya no te necesita, por eso se ha ido, por eso no te dijo nada antes, porque ya no eres relevante para él, porque ya no necesita tu sonrisa... Nunca te ha querido en su vida, ni pensará en ti. '
¿Cuál de las dos versiones es la correcta?
No lo sé, y sinceramente, no quiero descubrirlo.
El martes me dijeron que tengo tiroiditis, o hipotiroidismo. La verdad es que no me enteré muy bien, ni si quiera sé lo que es. Sólo sé que si empeora, tendré que estar tomándome pastillitas el resto de mis días.
El 15 de mayo hay un concurso de baile aquí, y lo más probable es que nos presentemos con la coreografía que hicimos en la última actuación, ya que a todo el mundo le pareció "fantástica".
En junio tendremos la representación de fin de curso. Yo haré tres bailes: uno con la canción de Fame, como si fuese un casting de baile y todos luchásemos por conseguir el puesto; otro con canciones de Black Eyed Peas, haremos locking, reggae y sweetstile. Me encantan esas coreografías.
El otro es más bien un teatrillo, es una mezcla de algunas canciones de Grease y la coreografía es muy sencilla, pero haremos playback y de todo, será muy gracioso.
El último sábado repartieron los papeles, quién haría de John Travolta y quién de Sandy, la protagosnista. Adivina a quién le han dado ese último papel... :)
Estoy tan emocionada... tengo ganas de que termine el curso para mandar los estudios a la mierda, hacer mi actuación de baile y ... a disfrutar del descanso.
Te echo tanto de menos...
Aquí siempre,
Wen.

6.4.10

Why...?

¿Por qué te empeñas en decir que es así, que no hay otra manera?
¿Por qué te empeñas en comportarte como una niñita pequeña y malcriada que se ha pillado por el atractivo y peligroso chico malo?
¿Por qué te empeñas en decir "Sí, ese chico que te hace sonrojar con tan solo una mirada, aquel alto y sensual, ese... estoy enamorada de él."?
¿Por qué te empeñas en hacer creer que es amor lo que sientes?
Sabes perfectamente que es cabezonería de cría.
....
¿Por qué te empeñas en excusarte y decir que no le quieres? Sabes que no es así...
le amas.

4.4.10

Ella y sus cartas




Ella mordisqueaba el boli, pensaba qué poner en la carta.
Una carta que iba dirigido a él, el chico de la foto de aquel otoño que había sido perfecto... perfecto gracias a él.
Hacia tanto que no hablaban...
¿Dos? ¿Tres meses? Había perdido la cuenta.
¿Qué le podía decir? Necesitaba volver a saber de él...
Necesitaba volver a ser importante en su vida.

Todo iba bien, las tristezas desaparecían poco a poco. Sonreía más, apenas suspiraba y sus lágrimas habían decidido no manchar más sus mejillas de porcelana blanca.
Pero... si las cosas marchaban... ¿por qué aún le extrañaba?
Algo en su interior reclamaba los brazos que una vez le pertenecieron.

Todo era un sueño.
Las cosas no iban bien.
Parecía que iban bien.

Pero ella sabía que eso no duraría, que las cosas empeorarían y todo se iría a la mierda...

Le necesitaba, a él, su pequeño colchón, algo a lo que aferrarse, algo que nunca la abandonaría.
Sus abrazos, sus caricias, sus susurros, sus movimientos, sus besos...

Abrió la hoja y escribió con grandes letras:

I need you.

Cerró el sobre y se tumbó en la cama a escuchar reggae alemán.

Treinta y uno

Un mes.
Lo he estirado lo máximo posible, pero... hoy tenía que escribirte.
Un mes... ¿por qué?
No... no lo soporto.
Te sigo echando de menos.
Sigo extrañando tus abrazos y tus tontería y tus "mi pequeña Pelusa" y tus "todo irá bien" y tus "juntos para siempre"...
"¿Hasta que la muerte nos separe?" Dije yo.
"¿Crees que la muerte podrá con nosotros?" Dijiste tú.
Estabas seguro de que la respuesta a esa pregunta era no... porque ibas a ser tú el que morirías, ¿no?
Soy yo la que habla, la que lucha por seguir juntos a pesar de todo... pero... tu no contestas. Estás muerto.
Me prometiste que seguiríamos juntos, pasase lo que pasase; pero soy yo la que está aquí cada día esperando a que vuelvas.
Porque volverás.
No sé cómo ni por qué, pero sé que es así...
Y yo seguiré esperando, como la tonta que soy, para poder abrazarte y sonreírte, demostrarte que yo no estoy muerta...
Nunca entendí por qué decían que la muerte es dolorosa y a la vez que los muertos descansan en paz... No tiene sentido, esas dos cosas son contradictorias.
Pero es muy sencillo.
Los muertos descansan.
Los vivos sufren.
Ley de vida, ¿no?
Sé que vivirás... porque algo me dice que también estás sufriendo por esto.
Las esperanzas cada vez son más pequeñas pero... nunca cesarán.
Te quiero.

1.4.10

Relax

Me gusta mirarme la pupila cuando estoy enfrente de un espejo.
Me gusta rascarme el codo mientras veo la televisión.
Me gusta ir por la calle como una loca sin preocupaciones.
Me gusta mirar las cosas con cara de sorprendida, como si fuese la primera vez que las veo.
Me gusta andar segura de mí misma.
Me gusta abrazar la almohada cuando duermo.
Me gusta juguetear con un mechón de mi pelo mientras hablo con la gente que me pone nerviosa.
Me gusta meter las manos en los bolsillos cuando mantengo una conversación seria.
Me gusta mirar de reojo el lugar donde están todos mis peluches y suspirar con añoraza.
Me gusta embobarme mirando el exterior cuando estoy en clase.
Me gusta hacer playback en el metro mientras alguien me mira.
Me gusta recordar mis coreografías de baile en lugares públicos.
Me gusta el olor del esmalte de uñas.
Me gusta recordar los momentos importantes mientras me ducho.
Me gusta mirar mis calcetines mientras hablo por teléfono.
Me gusta abrazar un cojín mientras veo la televisión.
Me gusta ir a la nevera, abrirla y volver a cerrarla sin coger nada.
Me gusta hablar con mi madre por sms estando ella en el asiento del copiloto y yo en el trasero.
Me gusta sentir que soy importante para alguien.
Me gusta cuando cruzo la mirada con una persona en el metro que llevaba tiempo mirándome.
Me gusta dar una vuelta y sonreír antes de salir por la puerta.
Me gusta entrar en la sala de baile y que todas me miren y me sonrían cuando me saludan.
Me gusta cruzarme con los profesores por la calle.
Me gusta cerrar los ojos cuando alguien me habla.
Me gusta hacerme muchas fotos y borrarlas todas después.
Me gusta acariciar mis labios con un dedo.
Me gusta ser yo misma y que la gente me acepte así.
Me gusta que la gente me diga "Te echo de menos" cuando llevo tiempo sin verla.

Soy una persona de gustos sencillos...

Veintiséis

¿Por qué eres tan odioso? No me gusta esperar tanto, ya sabes que mi paciencia se hace notar por su ausencia.
¿Has visto? He aguantado mucho sin escribirte, pero no te creas que es porque no he pensado en ti en este tiempo. No, no. Ni mucho menos. Simplemente, me he aguantado.
La actuación de funky fue flipante... Me confundí, sí; como buena persona humana que soy, los nervios me jugaron una mala pasada. Pero oye, luego todos me felicitaron; incluso el representante de otra academia me mandó un e-mail por el Facebook dándome la enhorabuena...(:
El otro día hablé con L. por micrófonos en el msn. Tiene una voz increíblemente dulce y bonita, con ese acento tan... ya me entiendes jajaja
La Semana Santa está siendo mortalmente activa, creo que no pararé ni un sólo día. Eso es bueno....¿no?
Mi gente trata de entenderme, de saber por qué me embobo a la mínima, por qué suspiro cuando todos ríen o por qué siempre parezco cansada. Estoy tan agradecida que hagan el esfuerzo de intentar entenderme para poder ayudarme... Pero, si ni yo misma sé las respuestas a esas preguntas... ¿Cómo van a conseguirlas ellos?
Sigo preguntándome si volverás o no.
Sigo preguntándome por qué te echo tanto de menos.
Pelusa.