22.3.10

Dieciocho

Sí, lo sé, te escribí ayer.
Sí, lo sé, las posibilidades de que vuelvas son escasas, por no decir nulas.
Pero aquí sigo, ¿por qué será?
Me relaja escribirte, me calma...
Debes tener unas 6 cartas ya... cuando vengas me matarás jajaja
Mi vida se derrumba como un castillo de naipes al que le quitas la carta del centro. No tiene sentido lanzar las manos para evitar que caiga, no tiene solución, en cuestión de segundos las cartas tocarán el suelo. Pero da igual, consigues coger dos o tres de ellas... y con eso es suficiente.
Si hiciese un dibujo de como me siento sería un pequeño punto negro.
¿Nunca te ha pasado que te sientes diferente al resto....?
Siempre he oído que ser diferente es bueno, lo que te hace especial, lo que te distingue de los demás.... Entonces... ¿Por qué nos empeñamos en hacer lo que hacen todos?
Ya estoy empezando a sonreír, cada vez que pienso en ti...en los recuerdos... todo era dulzura, momentos bonitos en los que hablábamos tranquilamente mientras las manecillas del reloj no cesaban de mover. No importaba. Estábamos tú y yo. Y lo demás... carecía de importancia.
Sigo preguntándome el porqué... ¿Por qué no te has dado de baja? No lo entiendo... has tenido mucho tiempo para venir... y no lo haces...
No vendrás nunca, ¿verdad?
Me cuesta aceptarlo, pero es la pura verdad.
El día que lo acepte dejaré de escribirte.
Ojalá no pase eso nunca.
Me acusan de cosas que no son ciertas y experimento sentimientos que no deseo tener.
¿Es malo ser feliz por que sí?
Sé que me repito, pero joder...
Te echo de menos.
Pelusa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario